Comisión de inclusión

Responsable: Eugenia Pericas y Raquel Velázquez.
Correo: inclusion@ampagaudem.es

La comisión de inclusión del Ampa Gaudem, tiene como objetivo impulsar y profundizar la verdadera inclusión ante la gran diversidad que existe en nuestro centro, así como intervenir o mediar ante las cuestiones, dificultades o inconvenientes que puedan surgir a las familias con hijos escolarizados en educación especial.

El Colegio Gaudem está formado por dos centros: Uno de Educación Ordinaria y otro de Educación Especial. Cada uno con características y regulaciones particulares, tal como se expresa en la propia página web del colegio: https://www.gaudem.es/es/colegio/proyecto-educativo.html .

Origen del Colegio Gaudem y el AMPA Gaudem

El Colegio tiene su origen en el Instituto Hispano Americano de la Palabra, que era un centro de Educación Especial exclusivo para alumnos sordos. En el año 2007 la Consejería de Educación adjudicó por Concurso Público esta parcela en la que está construido el colegio y así nació el Colegio Gaudem, para hacer un proyecto de Educación Inclusiva, en el que alumnos sordos y oyentes, pudieran compartir experiencias de aprendizaje.

Durante varios años fuimos 2 Ampas: el Ampa Gaudem y el Ampa IHP, pero desde comienzo del curso 2016-2017, nos empezamos a unificar, porque aunque administrativamente seguimos siendo 2 centros, pensamos que si éramos un centro de Educación Inclusiva, qué mejor manera de normalizar la situación, uniéndonos y formando un solo Ampa, mirando por el bienestar, los derechos y deberes, conjuntos de todos los alumnos del centro, independientemente de su tipo de escolarización.

Necesidades Educativas Especiales

Actualmente el colegio tiene alumnos con diversas necesidades específicas: alumnos con deficiencia auditiva, alumnos TEA, TEL, DEA, TDAH, Dislexia, entre otros.

En este sentido, conviene indicar que la atención a la diversidad se rige por los principios de normalización e inclusión educativa, es decir, se ha de tratar de paliar las necesidades de los alumnos con las medidas más generales y normalizadas posibles, y solo cuándo estas medidas resulten insuficientes, se irán adoptando medidas más específicas.

En el ámbito de las necesidades educativas especiales, se entiende por alumno con Necesidades Educativas Especiales (en adelante “N.E.E.”), aquel que requiera, por un periodo de escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastorno grave de conducta. Nos referimos, de este modo, a alumnos y alumnas con dificultades de audición, visuales, motóricos, trastornos del espectro autista, discapacidad intelectual, trastornos de conducta, entre otros, que según su grado de competencias o funcionalidad, pueden estar en la modalidad ordinaria o en la modalidad especial.

Tipos de Necesidades Educativas Especiales: ordinaria y especial

Alumnos con N.E.E. en educación ordinaria: Estos alumnos suelen, en su mayoría, presentar un desfase curricular significativo, es decir, que, en las áreas o materias más demandantes como lengua o matemáticas, van algún curso por debajo del curso en el que están escolarizados. Para atender estas necesidades los centros cuentan con un maestro de Pedagogía Terapéutica (PT) y maestro en audición y lenguaje (AL). La atención que se les da puede ser dentro del aula o fuera de ella. Estos alumnos forman parte de la diversidad que se encuentra en las aulas ordinarias y siguen (con las adaptaciones pertinentes) el currículo ordinario.

Alumnos con N.E.E. en educación especial: Estos alumnos, por sus características particulares, no pueden cumplir los objetivos de la modalidad ordinaria y por tanto, son escolarizados en Centros o Aulas de Educación Especial. En este caso, los alumnos ya no siguen el currículo ordinario y se califica como Educación Básica Obligatoria (EBO), desde los 6 hasta los 16 años. En esta enseñanza se priorizan 3 aspectos fundamentales para que los alumnos adquieran una autonomía en su vida adulta: la comunicación y lenguaje, la autonomía personal y el desarrollo social. Es decir, que aprendan bien la lecto-escritura, cálculo mental básico que les permita manejar el dinero, que sepan realizar actividades de la vida cotidiana, etc.

En nuestro centro, por tanto, donde conviven alumnos ordinarios, con o sin necesidades educativas especiales, así como alumnos de EBO, debe privar la equidad, más no la igualdad, para evitar situaciones de injusticia, ya que la equidad consiste en dar a cada uno lo que necesita, en tanto que la igualdad, consiste en dar a todos lo mismo, independientemente de sus circunstancias.

Por último, hacemos un llamado a reforzar los lazos que unen a nuestra comunidad educativa y a considerar el proyecto de singular inclusión que existe en nuestro centro desde siempre y que muchos de nosotros valoramos especialmente a la hora de matricular a nuestros hijos para que pudieran educarse en un ambiente normalizado que refleje la diversidad que existe en la vida.